miércoles, 6 de julio de 2011

SONETO CAMPERO

No se sabe lo que es la lejanía
sin haber cabalgado en nuestra pampa,
ni gozar del extracto de poesía
que dispersa la tierra cuando escampa.

Cuando el sol nos enciende su bujía
el mate amargo en nuestra mesa acampa,
y comienza ese diario día a día
hasta el momento de clavar la guampa.

Con el primer bostezo de las vacas
se alborotan los gallos y los teros,
y hay paisanos ciñéndose las facas

mientras otros preparan sus aperos.
Despido a la patrona en el palenque
Con el último mate y mi rebenque.